El hijo le comentó a su papá que tenía un plan: en el almacén grande que hay en la esquina, cerca de la casa, por la calle principal, venden motos y la más barata cuesta setecientos dólares, había pasado varias veces por ahí, preguntó en dos ocasiones y él se compraría una.
El padre empezó a explicarle: bueno hijo lo que tienes es una idea, no un plan. Papá, no me entiendes, ya lo he pensado y voy a comprarla. Tienes ahorros? Si, como cien dólares. Entonces faltan como seiscientos, ¿no es cierto? Eso lo estuve guardando para Navidad y no quisiera… Mmm, yo entiendo, pero la economía es así, los recursos son limitados y hay que analizar su destino… Estaba pensando pedirle a mi tío que me ayudara. Mejor no cuentes con eso, él tiene gastos que hacer y aunque te quiere mucho, pienso que tu insistencia solo le causará preocupación; mejor te ayudo con tu ‘plan’, ¿no crees? No quiero que él se sienta mal.
Yo sé; a ver, si puedes ahorrar cinco dólares semanales, necesitarías ciento veinte semanas …eso es como dos años y medio!. En efecto y mejor revisas los gastos de Navidad, no te olvides; o puedes pensar en un objetivo que no sea tan costoso. Si, posiblemente después de dos años, las motos ya no costarán setecientos dólares, pero estoy muy emocionado. Debemos revisar, entonces, el tiempo que te tomará, eso se llama ‘cronograma’. Y si ahorro más? De acuerdo, con eso podrías reducir el tiempo; qué te parece si es que en vez de cinco, son diez dólares semanales. Bueno, tendría que revisar mis gastos… Así funcionan las cosas mijo, cuando realmente haces un plan, debes empezar por prever los escenarios, hacer ajustes, pensar en el tiempo y los recursos, observar lo que ocurre alrededor y no solo concentrarte en lo que deseas obtener, porque mientras haces algo, es posible que tengas que dejar de hacer otras cosas.
A propósito, ¿has preguntado los precios en otros lugares? No, la verdad es el único almacén que conozco y como siempre paso por ahí… Bueno, podrías evaluar si conviene comprar una usada. A mi amigo no le fue bien, su moto se descompuso varias veces y el arreglo no fue barato… Suele ocurrir eso, pero dejemos esa posibilidad pendiente; a veces hace falta un ‘plan b’, más adelante te acompañaría a preguntar en diferentes locales.
Debes tener claro que ahorrar diez dólares por semana exige que seas disciplinado, y recuerdo que antes te has distraído de tus objetivos… No vuelvas con eso papá, ya te demostré que he mejorado. Bueno; pero aunque no te lo diga, es un hecho que tendrás que sacrificar ciertos gastos, esas salidas al cine y algunos helados…
Con diez dólares por semana, de todas formas me tomará sesenta semanas!. Veamos qué más puedes hacer. La otra tarde que le ayudé a mi abuelo, me pagó cinco dólares y me dijo que a veces podría ir… Es una buena opción, hijo, tú ya sabes que trabajando puedes tener un dinero extra, pero a tu edad los chicos necesitan jugar y tener otras actividades; así es que, como en todo plan, debo preguntarte si es que esos sacrificios valen la pena. Creo que puedo ir dos tardes entre semana, esos días haría mis deberes rápidamente y sin ver televisión, los otros días puedo salir con mis amigos, entrenar y jugar en el parque. Muy bien mijo, ¿te das cuenta que ahora tú mismo estás planificando?
Si, ahora tengo una idea del tiempo que necesitaré –comprendo que no será inmediato–, los recursos que debo destinar –los gastos en Navidad no serán los mismos–, además me estoy comprometiendo con algunos sacrificios –no saldré todos los días con los amigos y dejaré de ir a veces al cine–, trabajaré algunos días con el abuelo y destinaré el tiempo que antes dedicaba a otras cosas, y finalmente cuento contigo para revisar un ‘plan b’ en caso necesario.
Papá, ¿por qué hay personas que piensan que es difícil hacer planes? Porque a veces piensan que planificar es subir las ideas a la estratósfera, en lugar de aterrizarlas, o que tomarán mucho tiempo en el diseño y son muy importantes para eso. Otras veces la gente supone que es suficiente tener ideas o imaginación. Esta es importante, claro, pero no es suficiente. No sabes lo frecuente que es que las personas se entusiasmen con las ideas, pero no se comprometan con los sacrificios. Incluso hay empresas en las que creen que un plan es una acumulación de ideas.
Hay actividades que requieren mayor planificación, en otras los cálculos son complicados como en los edificios que estaba diseñando tu tío, ¿te acuerdas? Estuvimos conversando si es que esa construcción podría soportar una piscina en el último piso y si es que los compradores estarían dispuestos a financiar el costo adicional.
Pero debes saber algo más: hay personas a quienes les basta desear las cosas para tenerlas y algunos siempre han tenido alguien que las haga por ellos; creo que por eso hay quienes pasan por alto lo que otros aprecian. Sin embargo, la mayoría de la gente que se encariña con las cosas, no es porque sean materialistas, sino que saben que las cosas no tienen solamente un valor intrínseco, sino todo un esfuerzo, una ilusión y un plan que las hizo posible.
Omar Albán Cornejo